Adaptación es el criterio que se impone al inicio de la década 20/20; y el eje socio económico son las comunicaciones a través de Internet.
Teletrabajo, documentos digitales, videollamadas, firmas electrónicas son fundamentos de las transacciones comerciales; la nueva forma de trabajar. La atención física ha pasado a ser virtual; las oficinas de muros han dado paso a una nueva era telemática.
Es el momento de la digitalización de los procesos inherentes a toda actividad o gestión empresarial, comercial, social, estatal por lo que se hace imprescindible tomar la decisión de entrar en la dinámica tecnológica adaptándose y adoptando los medios disponibles para las necesidades del mercado.
No hay opción, sería engañarse el seguir subestimando o desestimando la digitalización ubicándola como opcional; pretender en este momento que el crecimiento empresarial no depende de ello es quedarse relegado ante el crecimiento vertiginoso del entorno digital; un ejemplo son las empresas y personas naturales que han aceptado el reto y están tomando un impulso como nunca.
Tener un nombre registrado en la web, o un dominio, es existir en medio de un océano de oportunidades. Los motores de búsqueda de Internet están atrayendo clientes sobre la base de la famosa frase comercial «alguien busca lo que usted tiene; alguien tiene lo que usted busca».
Es un hecho constatado que las empresas que digitalizaron son las que mejor y más rápidamente han podido adaptarse al nuevo paradigma de mercados propuesto por este confinamiento. Esa ventaja ganada en la salida será clave para tomar la delantera respecto de la competencia comercial con competidores menos digitalizados o no digitalizados.
Carlos Eduardo Arce Caicedo
julio 15, 2022 at 11:45 pmQué información se debe diligenciar?